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Descripción:
En Un Valle Perdido En El Tiempo, Donde Los Volcanes Bostezan Al Amanecer Y Las Flores Tienen Colores Que Ningún Pintor Ha Logrado Plasmar, Vive Nuestra Intrépida Protagonista: La Abrazosaurio. Su Nombre No Es Casualidad, Porque Si Algo Sabe Hacer Mejor Que Nadie Es Abrazar… Y Vaya Que Lo Hace Con Ganas.

Pero, Aunque Su Corazón Es Tan Grande Como Su Curiosidad, La Pequeña Abrazosaurio Descubre Un Problema Que No Puede Resolver Sola: Sus Compañeros Del Bosque Jurásico No Paran De Discutir, Gruñir Y Pelear Por Tonterías. Que Si La Rama Es Mía, Que Si Me Miraste Raro, Que Si Tu Rugido Fue Más Fuerte Que El Mío. Un Caos De Colas, Escamas Y Enfados Que Tiñe De Gris Hasta El Más Soleado De Los Días.

Recordando Las Sabias Palabras De Mamá –«nunca Subestimes El Poder De Un Buen Abrazo»–, Decide Lanzarse A La Aventura Con Los Bracitos Abiertos De Par En Par. Y Así Comienza Una Expedición Cargada De Ternura, Humor Y Un Toque De Valentía, Donde Nuestra Heroína Quiere Probar Que, Aunque Parezcan Simples Gestos, Los Abrazos Tienen Un Superpoder Escondido: Derriten El Enfado, Cosen Las Diferencias Y Siembran Calma Allí Donde Creíamos Que Solo Quedaban Ruinas.

A Través De Su Recorrido, La Abrazosaurio No Solo Repartirá Abrazos: Aprenderá, Escuchará Y, Sobre Todo, Descubrirá Que No Todos Se Dejan Abrazar Tan Fácil. Hay Quienes Se Sienten Incómodos, Otros Que Se Han Olvidado De Lo Que Es La Ternura, Y Algunos Que Han Construido Un Caparazón De Dureza Para Proteger Su Corazón Herido. Y Aquí Es Donde Empieza La Magia Real De La Historia: Entender Que Abrazar No Siempre Es Envolver A Alguien Con Los Brazos, Sino También Abrir El Corazón, Ofrecer Una Palabra Amable, Compartir Un Silencio O, Incluso, Saber Cuándo Dar Un Paso Atrás Y Esperar.

Este Cuento, Vestido De Colores Suaves Y Personajes Entrañables, Nos Recuerda Algo Tan Esencial Que A Veces Olvidamos Por Las Prisas, Los Miedos O El Orgullo: Que La Empatía Y La Amabilidad Pueden Cambiarlo Todo. Y Que, Por Muy Pequeños Que Nos Sintamos Frente A Los Problemas Del Mundo, Cada Uno De Nosotros Tiene La Capacidad De Influir, De Apaciguar, De Sanar.

Con Cada Página, Los Lectores Se Sumergen En Un Paisaje Lleno De Dinosaurios Tiernos Y Traviesos, Montañas Que Susurran Secretos Del Pasado, Y Aromas De Flores Gigantes Que Giran Siguiendo El Sol. Pero Más Allá Del Escenario Jurásico, La Verdadera Aventura Sucede En El Corazón De Nuestra Protagonista, Que Se Enfrenta Al Reto Más Grande De Todos: Enseñar Con El Ejemplo Que Abrazar No Es Solo Juntar Brazos, Sino Un Lenguaje Universal Que Todos Podemos Aprender.

El Relato Está Salpicado De Humor Y Ternura, Ideal Para Compartir En Voz Alta, Leer Antes De Dormir O Releer Cada Vez Que Surja Una Pelea En Casa O En El Recreo. Es Una Invitación A La Reflexión Para Grandes Y Pequeños: ¿qué Pasaría Si, En Vez De Alzar La Voz, Abriéramos Los Brazos? ¿y Si, En Lugar De Señalar Errores, Ofreciéramos Cariño?

Además, La Abrazosaurio Muestra Que Hasta Las Criaturas Más Fuertes Y Legendarias Necesitan Apoyo, Y Que No Hay Que Avergonzarse De Buscar Consuelo O Pedir Perdón. La Historia Se Convierte Así En Un Puente Perfecto Para Hablar Sobre Emociones Difíciles, Reconciliación Y Respeto, Sin Necesidad De Grandes Discursos Ni Moralinas.

Con Un Estilo Cercano, Ilustraciones Que Derriten El Corazón Y Un Ritmo Que Hace Que El Tiempo Vuele Entre Página Y Página, Este Libro Es Mucho Más Que Un Simple Cuento: Es Un Recordatorio De Que Siempre Hay Algo Que Podemos Hacer Para Mejorar El Día De Alguien. A Veces Basta Con Escuchar. A Veces Basta Con Esperar. Y, Muchas Veces, Basta Con Un Abrazo.

Un Canto Tierno A La Empatía, La Conciliación Y La Fuerza Imparable Del Cariño. Porque, Como Bien Dice Mamá Dinosaurio: “quizá No Puedas Cambiar El Mundo Entero… Pero Sí Puedes Cambiar El De Alguien. Y Eso Ya Es Mucho”.

Déjate Abrazar Por Esta Historia Que, Con Suavidad Y Determinación, Demuestra Que Todos, Incluso Los Más Pequeños, Podemos Ser Héroes De La Calma.