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En Los Hijos De Los Días, Eduardo Galeano Nos Regala Una Obra Tan Singular Como Poderosa: Un Calendario Literario Que Respira Memoria, Denuncia, Poesía Y Humanidad. Cada Día Del Año Encuentra Su Voz En Una Historia. Y Cada Historia, Aunque Breve, Contiene El Universo Entero Condensado En Unas Pocas Líneas. Este Libro No Es Una Simple Recopilación De Efemérides, Sino Un Verdadero Acto De Resistencia Cultural Y Una Celebración De La Vida Cotidiana De Quienes Suelen Quedar Fuera De Los Libros De Historia.

¿sabía Usted, Por Ejemplo, Que El Episodio Más Célebre Del Catecismo Católico —adán Y Eva Mordiendo La Manzana— En Realidad No Aparece En La Biblia? ¿o Que El Griego Eratóstenes Midió La Circunferencia De La Tierra Hace Más De Dos Mil Años Y Solo Se Equivocó Por Noventa Kilómetros? ¿o Que Aristóteles Escribió Sobre La Mujer Describiéndola Como Un “hombre Incompleto”? Estas Son Solo Tres De Las Muchas Revelaciones Provocadoras Que Galeano Desgrana En Este Libro, Con Su Estilo Inconfundible: Directo, Lírico, Irónico Y, Sobre Todo, Comprometido.

Cada Página Es Una Invitación A Mirar La Historia Desde Abajo, Desde La Perspectiva De Los Invisibles, Los Silenciados, Los Olvidados. Galeano No Escribe Para Reforzar Los Relatos Oficiales Ni Para Repetir Lo Que Se Enseña En Los Manuales Escolares. Escribe Para Cuestionarlo Todo. Para Recordarnos Que El Mundo Se Construye Cada Día, Y Que Cada Día Trae Consigo Una Historia Que Merece Ser Contada.

El Libro Está Organizado Como Un Almanaque, Con 366 Relatos —uno Por Cada Día Del Año, Incluyendo El 29 De Febrero— En Los Que El Autor Despliega Una Mirada Crítica Y Amorosa Sobre La Historia De La Humanidad. Cada Texto Es Breve, Pero Carga Una Densidad Simbólica Impresionante. Las Temáticas Son Tan Diversas Como Los Propios Días Del Calendario: Desde Hechos Históricos Ignorados Hasta Reflexiones Sobre La Política, La Religión, La Colonización, El Arte, La Ciencia, La Lucha De Los Pueblos Originarios, La Cultura Popular Y Los Derechos Humanos. Todo Cabe En Este Compendio: Desde La Rebeldía De Los Esclavos Hasta El Primer Grito De Libertad De Una Mujer, Desde La Invención Del Alfabeto Hasta La Desaparición De Lenguas Enteras.

Con Una Escritura Que Acaricia Y Golpea Al Mismo Tiempo, Galeano Combina Anécdotas Poco Conocidas Con Observaciones Agudas, Juegos De Palabras, Ironía Sutil Y Un Enorme Respeto Por La Dignidad Humana. No Hay En él Intención De Enseñar Desde Un Pedestal; Hay, En Cambio, Una Complicidad Con El Lector, Una Invitación A Ver El Mundo Con Otros Ojos. El Autor Se Sumerge En El Pasado No Para Recrearse En él, Sino Para Interpelar El Presente Y Advertirnos Sobre Las Sombras Que Aún Lo Habitan.

Lejos De Ser Una Obra Pesimista, Los Hijos De Los Días Está Atravesado Por Una Fe Profunda En El Ser Humano Y Su Capacidad De Resistir, De Recordar, De Reinventarse. En Tiempos Donde El Olvido Es Moneda Corriente Y La Información Circula Sin Alma, Este Libro Es Un Acto De Memoria Y De Amor A La Verdad. Es Una Celebración Del Pensamiento Libre Y Del Derecho A Cuestionar, A Desconfiar De Los Dogmas Y A Abrazar Las Pequeñas Verdades Que Sobreviven Entre Los Márgenes.

Este No Es Un Libro Para Leer De Un Tirón, Sino Para Saborear Día A Día, Como Una Dosis De Lucidez. Cada Entrada Es Una Chispa, Una Provocación, Una Puerta Abierta A La Reflexión. Puede Ser Leído De Forma Cronológica O Al Azar, Como Quien Abre Una Ventana Y Se Asoma A Un Fragmento Escondido Del Mundo.

La Prosa De Galeano Es Una Mezcla Alquímica De Literatura, Historia Y Periodismo. Su Voz, Comprometida Con Las Causas Populares Y Los Derechos Humanos, Resuena En Cada Palabra. Aquí No Hay Discursos Solemnes Ni Cifras Frías: Hay Seres Humanos De Carne Y Hueso, Pueblos Que Resisten, Artistas Que Iluminan, Científicos Que Soñaron Lo Imposible, Líderes Asesinados Por Decir La Verdad, Mujeres Valientes Que Rompieron Cadenas, Culturas Enteras Arrasadas Por El Colonialismo… Pero Que Todavía, De Alguna Forma, Respiran Entre Estas Páginas.

Los Hijos De Los Días Es Un Libro Profundamente Político, Pero No Panfletario; Es Poético, Pero No Evasivo; Es Histórico, Pero No Académico. Es Un Acto De Rebeldía Contra La Amnesia Colectiva Y Una Invitación A Volver A Mirar El Calendario No Como Una Lista De Fechas, Sino Como Un Archivo Vivo De Lo Que Fuimos, Lo Que Somos Y Lo Que Podríamos Ser.

Este Libro Conmueve, Despierta, Sacude. Nos Recuerda Que Cada Día Cuenta. Que Cada Historia Merece Ser Contada. Y Que El Verdadero Poder De La Palabra Está En Su Capacidad De Recordar, De Provocar Y De Crear Mundo. Galeano, Como Cronista De Lo Invisible, Nos Entrega Aquí Uno De Sus Trabajos Más Originales Y Esenciales: Un Mapa Literario Para Orientarnos En El Caos De La Historia, Y Para No Olvidar Que, Al Final, Todos Somos Hijos De Los Días.