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Descripción:
Sigo Siendo Yo Es Una Novela Que Se Desliza Con Maestría Por Los Territorios Del Misterio Cotidiano, La Fidelidad A Uno Mismo Y Las Capas Ocultas De La Verdad. Con Una Prosa ágil, Directa Y Cargada De Matices Emocionales, Esta Historia Nos Invita A Sumergirnos En La Vida De Un Personaje Que, En Medio De Certezas Incómodas Y Silencios Elocuentes, Comienza A Descubrir Que La Estabilidad Puede Ser Solo Una Ilusión Cuidadosamente Mantenida.

Nuestro Protagonista Es Un Hombre Que Se Encuentra En Una Encrucijada Sutil, Pero Poderosa. Trabaja Para Un Jefe Al Que Respeta Profundamente, No Solo Por Su Capacidad Profesional, Sino También Por Su Integridad. Sabe, Sin Dudas Ni Sospechas, Que Está Ante Una Buena Persona. Sin Embargo, Esa Claridad Se Ve Ensombrecida Por Otro Conocimiento Más Doloroso: Su Esposa Le Oculta Algo. Y Ese "algo", Aunque No Está Dicho Ni Escrito, Pesa En El Aire, Se Manifiesta En Los Gestos, En Los Silencios, En Las Miradas Que Se Esquivan. Lo Sabe. No Porque Lo Haya Escuchado Ni Lo Haya Visto, Sino Porque Lo Siente, Porque Su Intuición Se Lo Grita En Cada Rincón De La Rutina.

Desde Esta Tensión Se Despliega Una Trama Emocionalmente Intensa, Donde Cada Página Es Una Búsqueda. Una Búsqueda No Solo De Verdades Externas, Sino, Sobre Todo, De Una Reafirmación Interna. Porque En Medio De Las Dudas, De Las Medias Verdades Y De Los Pactos Tácitos, Lo Que Verdaderamente Está En Juego Es La Identidad. ¿quién Soy Cuando Todo Lo Que Creía Estable Comienza A Tambalear? ¿cómo Me Sostengo Cuando Las Certezas Se Convierten En Interrogantes? ¿puedo Seguir Siendo Yo?

La Historia No Avanza Con Fuegos Artificiales Ni Giros Espectaculares, Sino Con Una Tensión Constante, Como Esa Cuerda Que No Se Rompe, Pero Tampoco Afloja. La Autora (o Autor, Según La Edición) Nos Lleva Por Un Recorrido íntimo, Lleno De Matices, En El Que Los Pequeños Detalles —una Conversación Incómoda, Una Cena Silenciosa, Una Llamada A Destiempo— Revelan Más Que Cualquier Confesión.

Pero “sigo Siendo Yo” No Es Una Novela De Traiciones Evidentes Ni De Escándalos Fáciles. Es, Más Bien, Una Exploración Madura Sobre La Confianza, El Peso De Lo No Dicho, La Lealtad —a Los Otros, Sí, Pero Sobre Todo A Uno Mismo— Y Sobre El Difícil Arte De Sostener Una Vida Que Se Va Transformando Sin Pedir Permiso. En Ese Sentido, Es Una Novela Profundamente Humana. Nos Habla De Relaciones Reales, De Amores Que Cambian De Forma, De Personas Que Siguen Juntas Por Amor, Por Costumbre O Por Miedo. Y Nos Recuerda Que, Muchas Veces, No Hace Falta Que Algo Explote Para Que Una Vida Se Resquebraje: Basta Con Que Algo Esencial Deje De Decirse.

El Protagonista —de Quien Conocemos Pensamientos Más Que Acciones— Se Vuelve Un Espejo De Cualquiera Que Haya Sentido Alguna Vez Que Está Atrapado En Una Rutina Que Ya No Le Pertenece Del Todo. Y Aunque Duda, Aunque Se Tambalea, Su Viaje No Es Hacia El Drama, Sino Hacia La Reafirmación. El Título No Es Una Afirmación Arrogante, Sino Una Declaración De Resistencia: A Pesar De Todo, Sigo Siendo Yo. Aunque El Mundo Alrededor Cambie, Aunque Los Vínculos Se Erosionen, Aunque La Verdad Se Oculte, él Se Aferra A Su Esencia, A Su Integridad, A Su Forma De Estar En El Mundo.

El Libro También Lanza Una Mirada Crítica Y Sutil Sobre La Complejidad De Las Relaciones Humanas. ¿qué Se Perdona Y Qué No? ¿qué Es Mejor: Saber La Verdad, Aunque Duela, O Seguir Viviendo En Una Burbuja De Medias Mentiras Que Nos Protege Del Caos? ¿hasta Qué Punto Podemos Mantener La Calma Sin Convertirnos En Cómplices Del Silencio? Estas Preguntas, Lejos De Tener Respuestas únicas, Se Desarrollan A Través De Diálogos Intensos, De Introspecciones Profundas Y De Una Narrativa Que Nunca Subestima La Inteligencia Del Lector.

A Nivel Emocional, Es Una Lectura Que Sacude Sin Gritar. Que Abraza, Pero También Incomoda. Que Obliga A Mirar Hacia Dentro Y Cuestionarse: ¿me Reconozco En El Espejo De Este Personaje? ¿yo También Me He Callado Lo Que Sabía? ¿he Preferido Mirar Para Otro Lado, Para No Enfrentar Lo Evidente?

“sigo Siendo Yo” Es Una Historia Sobre Lo Que Ocurre Cuando Las Certezas Se Transforman En Preguntas Y Los Vínculos En Laberintos. Una Novela Que Se Atreve A Mostrarnos Que, Incluso En Medio De La Confusión, Hay Una Brújula Que Nunca Falla: La Voz Interna Que Nos Recuerda Quiénes Somos. Es, En Definitiva, Una Invitación A Reconectar Con Esa Parte De Nosotros Que A Veces Se Pierde Entre Las Exigencias Del Día A Día, Pero Que Siempre Está Ahí, Esperando Ser Escuchada.

Una Obra Que Mezcla Emoción Contenida Con Reflexión Serena, Ideal Para Quienes Disfrutan De Los Relatos Que No Necesitan Grandes Catástrofes Para Ser Profundamente Conmovedores. Porque, En La Vida Real, Los Terremotos Emocionales A Veces Vienen En Forma De Una Sola Frase, Un Solo Gesto, Una Sola Sospecha. Y Es Ahí, En Lo Cotidiano, Donde Esta Novela Encuentra Su Fuerza.