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Las Comedias Avaro Y Tartufo De Jean-baptiste Poquelin, Mejor Conocido Como Molière, Son Dos De Sus Más Grandes Logros Teatrales, Y Siguen Siendo Piedras Angulares De La Comedia Clásica Francesa. Escritas En El Siglo Xvii, Estas Obras Presentan Una Aguda Crítica Social Mientras Exploran La Hipocresía Humana Y Las Relaciones Interpersonales A Través De La Sátira Y La Ironía. La Obra De Molière No Solo Ha Perdurado Por Su Maestría Literaria, Sino Por Su Penetrante Observación De Las Debilidades Humanas, Que Sigue Siendo Relevante Para Públicos De Todas Las épocas.

El Avaro, Que Fue Estrenado En 1668, Gira En Torno A La Figura De Harpágon, Un Hombre Obsesionado Con El Dinero Y La Avaricia, Dispuesto A Sacrificar Cualquier Aspecto De Su Vida En Pos De Amasar Una Fortuna. Su Tacañería Lo Convierte En Una Figura Patética Y Despreciable, Cuyo Comportamiento Causa Estragos En Las Relaciones Con Sus Propios Hijos, Su Pretendida Esposa Y Su Entorno. La Obra No Solo Retrata La Obsesión Destructiva Por El Dinero, Sino También El Conflicto Entre El Amor Y El Materialismo. Harpágon Se Convierte En Un Ejemplo De Cómo La Codicia Puede Corroer No Solo Las Relaciones Familiares, Sino También La Capacidad Humana Para El Afecto Y La Conexión Genuina. A Través Del Humor Y El Absurdo, Molière Crea Una Sátira Mordaz De La Sociedad De Su Tiempo, Donde El Dinero Es Considerado Un Valor Por Encima De La Moral Y La ética.

Por Otro Lado, Tartufo, Escrita En 1664, Presenta A Uno De Los Personajes Más Representativos Del Repertorio De Molière: El Impostor Y Manipulador Tartufo. Este Personaje Se Infiltra En La Vida De La Familia De Orgon, Un Hombre Crédulo Que Lo Ve Como Un Pío Y Santo Hombre De Fe. Sin Embargo, Tartufo Es En Realidad Un Charlatán Cuya única Intención Es Aprovecharse De La Ingenuidad De Los Demás Para Su Propio Beneficio. La Obra Pone De Manifiesto La Hipocresía Religiosa, El Fanatismo Y La Lucha Por El Poder Y La Manipulación Que Tartufo Lleva A Cabo Bajo La Fachada De La Devoción. A Través De La Figura De Orgon, Molière Ilustra Cómo La Ignorancia Y La Obsesión Por Las Apariencias Pueden Llevar A Las Personas A Ser Fácilmente Engañadas Por Individuos Que Se Disfrazan De Lo Que No Son. La Crítica Social Es Feroz, Y Molière, Como Siempre, Utiliza El Humor Para Exponer La Locura Y La Fragilidad De Las Relaciones Humanas Cuando Se Basan En El Falso Moralismo.

Ambas Obras Están Construidas A Partir De Una Estructura Que Combina Comedia Y Drama, Y Son Ejemplos De Cómo Molière Maneja La Tensión Entre El Desbordante Humor Físico Y El Agudo Análisis Psicológico De Sus Personajes. En Ambas, Los Protagonistas –harpágon En El Avaro Y Tartufo En Tartufo– Son Figuras De Gran Arrogancia Y Egoísmo, Pero A Su Vez, Son Criaturas Trágicas, Cuyos Defectos Los Condenan A La Soledad Y Al Fracaso. La Riqueza De Sus Caracteres Reside En Que, A Pesar De Ser Figuras Cómicas, Están Profundamente Conectados Con Temas Humanos Universales: El Deseo Insaciable, El Amor Mal Entendido Y La Lucha Por El Poder.

El Público De Avaro Y Tartufo Encuentra En Las Obras De Molière Un Espacio De Reflexión Sobre Las Contradicciones Del Comportamiento Humano. Los Enredos Y Las Situaciones Absurdas, Características De La Comedia, También Sirven Para Ilustrar Las Luchas Internas Y Las Complicaciones Morales Que Sus Personajes Enfrentan. Los Valores De La Sociedad Del Siglo Xvii, Con Sus Estrictos Códigos De Conducta Y Moral, Son Cuestionados A Través De Los Conflictos Generados Por Personajes Que, Aunque Aparentemente Ridículos, Reflejan Defectos Que Siguen Siendo Pertinentes Hoy En Día. Molière Crea No Solo Una Crítica A La Avaricia, El Fanatismo Religioso Y La Hipocresía Social, Sino También Una Reflexión Sobre Cómo Las Pasiones Humanas Pueden Nublar El Juicio Y Destruir La Armonía Familiar.

A Través De La Exageración Cómica Y La Crítica Social, Estas Dos Piezas Invitan Al Espectador A Reflexionar Sobre El Comportamiento De Las Personas En Su Vida Cotidiana, Subrayando Cómo Los Vicios Personales –ya Sea La Avaricia O El Engaño– Pueden Tener Un Impacto Devastador En La Vida De Los Demás. Además, La Riqueza De Los Diálogos Y La Complejidad De Las Situaciones No Solo Permiten Una Profunda Reflexión Sobre Los Temas Tratados, Sino Que También Brindan Momentos De Gran Entretenimiento, Con Situaciones Cómicas Que Siguen Siendo Efectivas Por Su Universalidad.

El Estilo De Molière Es único En Su Habilidad Para Mezclar La Comedia Con La Crítica Social. No Obstante, Su Obra Nunca Se Queda En La Superficie De La Burla; Bajo Cada Carcajada Se Esconde Una Denuncia Sobre Las Injusticias Y Debilidades Humanas. En Ambas Obras, Avaro Y Tartufo, Molière Nos Ofrece Una Mirada Profunda A Las Contradicciones Del Ser Humano, Invitando A Los Espectadores A Reír De Las Faltas De Los Personajes, Pero También A Reflexionar Sobre Sus Propios Defectos. Esta Capacidad De Molière Para Desafiar La Moralidad Establecida Y Al Mismo Tiempo Entretener Con Situaciones Cómicas Es Lo Que Le Ha Asegurado Un Lugar Privilegiado En La Historia Del Teatro Y De La Literatura Universal.

Hoy En Día, Avaro Y Tartufo Continúan Siendo Obras Fundamentales Para Aquellos Que Buscan Comprender No Solo La Riqueza De La Tradición Teatral Francesa, Sino También La Manera En Que La Comedia Puede Ser Una Poderosa Herramienta Para Explorar Las Fallas Humanas. Estas Obras Siguen Siendo Representadas Y Adaptadas En Todo El Mundo, Confirmando La Vigencia De Los Temas Que Molière Exploró Con Agudeza Y Brillantez, Haciendo De él Uno De Los Más Grandes Dramaturgos De Todos Los Tiempos.